Un órgano histórico es un testimonio viviente de cómo sonaba la música hace trescientos cincuenta años. Gracias a ellos, los órganos, sabemos la afinación aproximada que se utilizaba, el tipo de sonido y su funcionalidad dentro de cada templo.
Fue muy gratificante estar ayer, 1 de julio de 2023, nuevamente de "Viaje a la Alcarria", compartiendo mi voz con un instrumento construido en el siglo XVII e interpretando la música de la época, para hacer revivir los sonidos de otros tiempos.
Vinisteis de cerca y de lejos, de las pedanías, de Guadalajara, Madrid y Barcelona. Gracias a tantas personas que hicisteis posible el concierto, un año más.
El concierto tuvo lugar en la entrañable localidad de Morillejo. Es una pedanía de Trillo, en la provincia de Guadalajara. Sus habitantes son llamados "rondajos". Las vistas y sus alrededores son espectaculares; es un pueblo de la Alcarria con identidad y naturaleza abundante. Hasta el azul del cielo es otro azul. Me recuerda al azul de las pinturas renacentistas, un azul puro donde las nubes blancas parecen haberse pintado con algodón encima de un fondo liso y celeste sin impurezas, con distintos relieves.
En 2017 y 2018 también vine a cantar en el concierto anual cuyo protagonista es el Órgano Histórico de Morillejo, y fue con el Trío Sekrets (canto, flauta y órgano). Este pasado sábado 1 de julio fue, pues, mi tercera visita al órgano. Y en esta ocasión me acompañó el organista Josep Lluís Viladot, especialista en música sacra y patrimonio musical litúrgico, con quien ofrecí un concierto de música ibérica del Renacimiento y música europea del Barroco.
El órgano cantó junto a mí con autenticidad y personalidad. Después de tres siglos largos, su voz sigue sonando y, junto a la mía, hicimos un buen dúo, en el que el instrumento sacó a relucir todos sus registros: los bordones, los flautados, los registros de lengüeta, situados en la batalla, el clarín y la trompeta.
Se explicó el contexto y significado de los textos de las arias, en latín, italiano, castellano, inglés y francés... cada una de ellas con su personalidad y su virtuosismo. Se explicó el origen del "recitativo" y cómo fue evolucionado la música desde el Renacimiento al Barroco. Interpretamos una obra del Cancionero de Palacio de Juan del Encina con un arreglo y variaciones del compositor Raimon Currià, el propio bisabuelo de Josep Lluís Viladot, un músico leridano de finales del siglo XIX, cuyo bisnieto está recuperando el legado musical.
Todo esto fue el sábado por la noche. ¡Y vinieron mis tíos Juan Manuel y Julia Guerrero de Madrid! Fue muy ilusionante verlos.
El domingo siguió mi viaje por la Alcarria. Conocí Trillo, cruzado por el río Cifuentes, con sus cascadas y bellas formas. Me fascinó hacer fotos a las muy curiosas montañas llamadas "Tetas de Viana" que, desde lejos, quedaban divididas por la "humeante" torre de la central nuclear.
Descubrí Cifuentes, un municipio de gran riqueza medieval y renacentista, que fue siempre austriacista y consecuentemente sufrió grandes pérdidas patrimoniales e identitarias después de la Guerra de Sucesión a principios del siglo XVIII, un hecho que me interesó y sobre el que me gustaría investigar más a fondo cuando tenga tiempo... También descubrí los campos de lavanda de Brihuega.
Eduardo Gordillo y Luisa Alcázar fueron, en todo momento, encantadores y hospitalarios.
En el concierto conocí a Jaume Moreno, al alcalde Carlos Sotodosos y a Emilio, de la Asociación Amigos de Morillejo.
Se recordó a Ismael, quien fue alcalde en los años anteriores que estuve allí, y que lamentablemente nos dejó hace un año. Saludé de nuevo a María Ángeles Sotodosos, que me agradeció las palabras para su hermano.
Seguro que todavía me dejo algunos nombres. Siempre me agrada escribir en mi blog las experiencias para recordar la música que viaja conmigo, pero sobre todo los lugares que visito y las personas que conozco.
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